miércoles, 11 de septiembre de 2013

Hombres, por favor, para nosotras es importante el cariño

"Mi sueño es que se hable de sexo sin hacer chistes, que se hable con la normalidad que se merece.
[...]El no animarse a hablar de sexo tiene consecuencias muy graves"
Alessandra Rampolla

Soy fan de Alessandra Rampolla, una sexóloga puertorriqueña y presentadora de televisión, que ha escrito varios libros sobre sexo y relaciones de pareja (sin contar que me gusta leer a Bukowski, a Miller y por supuesto a nuestro escritor cartagenero de amor y sexo desenfrenado, Efraim Medina). Recuerdo que cuando estaba en plena adolescencia veía a escondidas su programa en Cosmopolitan. Me gustaba aprender de lo que decía, y aunque estaba muy chiquita para practicarlo, me parecía curioso que ella hablara con tanta naturalidad, cuando en mi familia y en muchas partes el sexo es tabú.

Yo creo que es una cosa muy de cada quien, muy íntima, pero así como se habla de historia, es necesario hablar de sexo, no es por nada que de unos años para acá se enseña educación sexual en los colegios. Cuando veía a las adolescentes desnudas en los libros de sexualidad, era como si me viera yo ahí posando para la foto. Para mí fue como un auto-reconocimiento, antes del colegio nadie me dijo que me iban a salir pelos debajo de la axila y en la vulva, que me iban a crecer los senos (esto me lo quedé esperando) y que probablemente algún día iba a ver a un niñito e iba a sentir un peso en el pecho como si me lo estuvieran apretando muy fuerte. 

Ojalá se pudiera hablar más de esto en las salas de clase. Recuerdo una vez, haciendo el curso de preparación para el examen que hacen al final del bachillerato, llegó una profesora de Bucaramanga a hablarnos de Biología. No sé muy bien cómo lo que iba a hacer una clase sobre métodos para preguntas de selección múltiple, terminó en una clase de sexología, hablando de otro tipo de métodos. Mis compañeras del colegio (en ese momento entre 16 y 18 años) estaban desinhibidas preguntando sobre qué anticonceptivos usar, enfermedades de transmisión sexual, y cosas por el estilo. Es un gran indicio de que nos faltan (o nos faltaban) instrucciones.



He aprendido varias cosas con Alessandra. Me gusta porque tiene un acento puertorriqueño que me recuerda mucho a la manera como hablan en mí región, y entonces es como si una hermana me estuviera diciendo qué hacer y cómo. En estos días llegué a su página web y me encontré con unos tips que da para que las mujeres nos sintamos bien en la cama. Definitivamente, hombres y mujeres somos diferentes. Hombres, por favor, para nosotras es importante el cariño, los besos, las caricias delicadas, cositas tiernas. Para ustedes es más importante la penetración y son mucho más visuales que táctiles, sé que eso no quiere decir que todos sean una maquinita que siempre va a estar lista para la acción, habrán días que no estarán de humor, y hay que entender.

La semana pasada, hablando de todo esto con una amiga, ella me decía que ese cuento de los tips no lleva a nada bueno, que cuando hay química, hay química y punto. Tal vez, en plena flor de la juventud los tips de Alessandra no sean tan necesarios como cuando uno está casado. ¡Qué contradictorio! Yo nunca he estado casada, pero he oído que todo disminuye después del matrimonio. En la película La suerte en tu Manos la protagonista dice hablando del tipo con el que está saliendo: “Todavía no pasó nada” y la amiga le responde: “Entonces no están de novios, están casados” jajajaja, qué triste realidad. 

Tal vez Alessandra piensa en relaciones donde la costumbre se ha adueñado de la situación o tal vez dar paso a la costumbre es más común de lo que se piensa. Yo no estoy de acuerdo con mi amiga, es cierto que la química es importante, y sin química la cosa ya empieza mal, pero además viene bien saber que los olores cítricos son estimulantes, que la espalda es lugar importante para ellos, que la luz a medias propicia el romanticismo, etc., y cositas así que ayudan a hacer el momento más agradable, porque si fuera sólo por la práctica, tendría que pasar mucho tiempo para que las cosas salgan bien. Es bueno aprovechar la sabiduría de los que tienen más experiencia.  

El sexo es algo que está tan presente en nosotros como lavarnos los dientes o tener que comer, pero parece que el misterio es erótico. Es algo muy importante para todos, y hay que practicarlo con mucha responsabilidad (en todos los sentidos posibles) porque implica directamente al otro, y podría implicar a un tercero. Si debe haber amor o no, es de cada quien, pero como le dijo Casilda a El Sabio en la película Memorias de mis putas tristes: “No te vayas a morir sin probar la maravilla que es tirar con amor”. Bueno, ya esto sería tema para otro post.

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4 comentarios:

  1. Creo que depende del momento que estés viviendo, pero conviene no adelantarse ni intentar "estar preparado", eso genera ansiedad y expectativas que muy posiblemente no serán cumplidas. Yo soy de los que piensan que tirar es sinónimo de amor (sí, soy chapado a la antigua)y que eso genera rutinas que no son en absoluto aburridas cuando estás con la persona correcta en el momento justo, pero eso es lo complicado del tema. Si no hay ternura luego del polvo algo anda mal, digo. Un saludo.

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  2. Los tips, las palabras de experiencia, seguro sirven mucho para las mujeres que por desconocer no disfrutan de su sexualidad, por ese conflicto entre lo que te han dicho que es correcto y lo que es natural y sexual. Hace poco supe de una joven que no sabía que hacer en su noche de bodas, porque la simple idea de besarlo a él le daba asco. qué lástima.

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  3. El sexo está sobrevalorado porque sirve pa' vender, pa' vender, pa' vender, pa' vender y comprar y vender y comprar. El sexo está sobrevalorado. Yo estoy sobrevalorado.
    BESOS sessuales.

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