sábado, 7 de marzo de 2015

Usted sí sabe de varios Nicolás Gaviria

Mucho se ha hablado sobre Nicolás Gaviria. Durante toda la semana las redes sociales y la prensa estuvieron llenas de comentarios, información, memes, declaraciones, etc., sobre lo que pasó el domingo de madrugada en la Zona Norte de Bogotá. Pero, ¿Qué fue lo que hizo este hombre para despertar la furia de tantos? ¿Acaso en Colombia no pasan cosas mucho más atroces que un borracho pegándole a un policía y gritándole “usted no sabe quien soy yo”? Pues resulta que el caso de Nicolás Gaviria es el reflejo de la sociedad mediocre que tenemos y afectó a tantos porque seguro muchas veces han estado en una situación igual o parecida. Hay muchos 'Nicolás Gaviria' por ahí, y son un peligro. Lo que hizo el 'dizque' sobrino del expresidente es sólo una muestra de algo que pasa todos los días, no solamente con la policía, sino en todos los rincones, las esquinas y los laberintos de Colombia. (Ver video de Nicolas Gaviría aquí) 

Video de Nicolás Gaviria 
La corrupción y el amiguismo están ahogando al país. Pero sí, vamos bien, con un sistema en donde para ganarse una beca, para ganar un juicio, para que lo atiendan bien en los hospitales, para conseguir un buen empleo, mejor dicho, para vivir mas o menos, hay que tener un apellido o relaciones. Seguro vamos bien, en un país en donde alguien se atreve a gritarle a un policía “Usted no sabe con quien se metió” o “usted no sabe quien soy yo, yo a usted lo mando al Chocó”, protagonizando una escena ridícula y mostrando lo violento que somos. Porque estas frasecitas mágicas hacen mucho. Y tener contactos también. Pero el tipo que hace filas, que llena formularios, que no tiene apellido, que de cosa pudo hacer bachillerato, que se lo coma el guere-guere, que el Divino Niño lo proteja y le haga un milagro. 

Nicolás Gaviria no tiene relación con el expresidente, pero mira como tener apellido y pinta de gomelo funciona. En el video se ve como el policía se demora en ponerle las esposas. La gente que salió a protestar en las redes sociales lo hizo por algo que es tan común en los pasillos de mi amada Colombia. Si vemos bien, el mérito en ese país se fue a la porra. Con palanca a nadie le importa si estás cualificado para un empleo, por eso (entre otras cosas) los puentes se caen, y mientras tanto el pueblo va camino hacia el abismo, con un sistema de educación terrible, en donde no valorizan la investigación, en donde maltratan a sus doctores, en donde no capacitan a sus docentes, en donde la educación básica pública se hace con las uñas, un sistema de salud en crisis, ciudades con movilidad horrorosa, comunidades abandonadas por el gobierno, gente muriéndose de hambre, empleados explotados en sus puestos de trabajo, y mientras todo eso ocurre, las mismas familias tienen los mejores beneficios, y el ciudadano de a pie, que siga aguantando sol y lluvia, y además políticos que prometen cada 4 años que el panorama va a cambiar.

Lo que protagonizó Nicolás Gaviria es el reflejo de esta sociedad, y este mundo, tan desigual que tenemos. En donde muchos quieren tener poder a costa de lo que sea, entre esas cosas, el trabajo, la dignidad, la vida de otras personas. El escándalo de Nicolás Gaviria más allá de alertarnos sobre la agresión a una institución, sobre los posibles comportamientos de gente gomela borracha, sobre el abuso de los taxistas, sobre la reacción de la Policía, nos debería hacernos pellizcar sobre el sistema tan cojo en el vamos montados, y que seguirá así sino empezamos desde nosotros mismos a cambiarlo.

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