viernes, 31 de diciembre de 2010

Las pequeñas cosas



Todos los días, ahora estando en (mi) casa, me levanto con la curiosidad de saber si el banano que ponen en el árbol de afuera, todavía está. Salgo a inspeccionar tipo 10 de la mañana. A veces lo encuentro por la mitad, otra veces está intacto, han habido días que sólo tiene unas cuantas picadas y otros días que el chocorito donde lo colocan está vacío. El banano cumple su función: alimentar a los pájaros que llegan todas las mañanas a comer ahí. 

Me encanta ver como lo pican, entre picada y picada hacen pausas para mirar alrededor y asegurarse de que no hayan más pájaros, de que nadie más interrumpirá el ritual. Al banano lo seducen, van de rama en rama, suavecito, hasta que por fin logran clavarle el pico y no descansan hasta que quedan satisfechos, excepto cuando lanzan esas miraditas. 

Adoro las pequeñas cosas. Como ciertas canciones que con 3 minutos pueden cambiarte la vida entera, como las estrellas, no tan pequeñas, que adornan la noche, el sonido de las ranas, una voz amable, una sonrisa cierta, una llamada sin razón, un pajarito comiendo banano en el árbol de afuera de mi casa. 


viernes, 24 de diciembre de 2010

Here I go again!

Aquí estoy de nuevo. Esta vez con otro nombre, con otra apariencia, con nuevas ganas. Eso es la vida, una montaña rusa, a veces queremos todo, pero hay otras veces que no vemos los días sin estar dentro de la cama, como esperando nada, entre la pereza y la desesperación. Días en que la vida se esconde, entonces no sabes si verdaderamente estás en este mundo o en otro y te tocas para ver si te sientes, y te miras y te husmeas, te halas los bellos del brazo para ver si te duele, porque el dolor es una de las señales que indican que estamos vivos.
Hoy es 24 de diciembre, me han llegado varios mensajes a mi facebook y a mi celular deseándome una noche feliz y lo agradezco infinitamente, pero me pregunto ¿Qué se hace en Navidad? ¿Tomar? ¿Comer? La celebración de este día apesta, la forma, me refiero, el fondo supongo está bien, todos estamos felices porque Jesús nace y nos vino a traer amor y paz a nuestro corazón, porque es el salvador y el hijo de Dios, pero como ustedes lo saben y yo también, esta fecha es más comercial que otra cosa, los niños declaman una novena que no entienden, la gente celebra algo que se le ha olvidado, la felicidad se logra a través de regalos materiales y nos enseñan a eso desde pequeños. Ojalá algun día esta fecha retome el sentido. ¡Bienvenidos otra vez! y ¡Feliz Navidad!