sábado, 31 de mayo de 2014

Sensibilidad // Sensibilidade


[Versão em português embaixo]

Todos somos sensibles. La sensibilidad nos conecta con el mundo. Son los sentidos los que nos permiten crearnos una idea de donde estamos. Si hace frio o calor, si hay un olor delicioso u horrible, si nos rodean edificios o plantas, si lo que comemos es amargo o dulce, si lo que oímos es ruido o música o las dos cosas. Ese tipo de sensibilidad todos (o casi todos) la tenemos. Sin embargo, existe además de los sentidos, una forma de sentir que va más allá, y creo, que es cuando estos se conectan con nuestra memoria, con como vemos la vida, con el corazón. Estoy hablando de la gente que es sensible al arte, a la música, a la literatura, a la comida, a la moda, a las formas, a los colores, a luz y a la sombra. Que se enternece, o le da rabia, o se eriza, con cosas que lo demás pasarían por alto. Es decir, gente que encuentra riqueza en una canción, en un ingrediente, en una pintura, en un aroma, en una película, en un libro, en un poema, en una forma bailar.

Película Medianeras
La semana pasada estando con mi papá, encontramos por accidente un festival de coros en una iglesia. Nos quedamos ahí un rato escuchando y mientras tanto veía a la directora moviendo sus manos como dos palomas al compás de la música. Inevitablemente pensé como sería la casa de esta mujer. Y me imaginé un montón de cosas sobre cómo ella llevaba su vida. Si tenía carro, si andaba en bicicleta, si vivía en una casa vieja, si tenía un gato, si le gustaba el alcohol, si tenía hijos, si iba mucho al cine, etc. Y también pensé sobre como la gente que no tiene esta sensibilidad lleva la vida. Creo que los artistas llevan del bulto, es decir, la vida se hace más pesada cuando eres más sensible. La sensibilidad es directamente proporcional al peso.

Cuando hablo de sensibilidad no me refiero al llanto, a las personas que no se les puede decir nada, porque lloran. Cuando hablo de sensibilidad me refiero a la capacidad de encontrar belleza en lugares no tan comunes, de emocionarse con pequeñas cosas, de ir más allá del papel o de la imagen, de los sonidos, de encontrar fealdad, también. ¿No tenía sensibilidad Raúl cuando decía “Soy un dios en mi pueblo y mi valle 
no porque me adoren sino porque yo lo hago”? ¿No muestra sensibilidad Cerati cuando habla de la lluvia derramada? ¿No se ve la sensibilidad del director de Medianeras cuando la protagonista imagina que el maniquí es un hombre? ¿No tenía sensibilidad García Márquez cuando hablaba de un señor muy viejo con unas alas muy grandes?

Es jodido llevar la vida cuando te detienes en las pequeñas cosas, cuando te dejas llevar por las notas de una guitarra, cuando lloras leyendo un libro, cuando te eriza una película, cuando puedes pasar horas viendo un cuadro. Pero, prefiero llevar la vida así, llenarme de momentos significativos, aunque no sean muchos, colgar en las paredes de mi casa cuadros que vayan más allá de la imagen, coleccionar pequeños regalos, y cargar mucho mucho peso, que pasar por este mundo como si estuviera congelada, envuelta en plástico, a punto de ser vendida. 

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Sensibilidade

Tradução de Thiago Bueno

Somos todos sensíveis. A sensibilidade é o que nos conecta com o mundo. São os sentidos que nos permitem criar uma ideia de onde estamos. Se faz frio ou calor, se há um cheiro delicioso ou horrível, se nos rodeiam prédios ou plantas, se o que comemos é amargo ou doce, se o que ouvimos é ruído ou música ou as duas coisas. Esse tipo de sensibilidade todos (ou quase todos) temos. Porém, existe, afora os sentidos, uma forma de sentir que vai mais além, e acredito que é quando eles se conectam com nossa memória, com como vemos a vida, com o coração. Estou falando das pessoas sensíveis à arte, à música, à literatura, à comida, à moda, às formas, às cores, à luz e à sombra. Que se enternecem, ou sentem raiva, ou que se inquietam por coisas que aos outros passariam batidas. É dizer, gente que encontra riqueza em uma canção, em um ingrediente, numa pintura, num aroma, num filme, em um poema, em uma forma de dançar.

Semana passada, com meu pai, demos por acaso com um festival de coros em uma igreja. Ficamos ali um tempo escutando, e nisso eu via a diretora mexendo as mãos como duas pombas, no ritmo da música. Inevitavelmente pensei como seria a vida dessa mulher. E imaginei um monte de coisas sobre como ela levava a vida. Se tinha carro, se andava de bicicleta, se morava numa casa velha, se tinha um gato, se gostava de beber, se tinha filhos, se ia muito ao cinema etc. E também pensei sobre como as pessoas que não têm essa sensibilidade levam a vida. Acho que os artistas carregam um fardo, é dizer, a vida se torna mais pesada quando se é mais sensível. A sensibilidade é diretamente proporcional ao peso.

Quando falo de sensibilidade não me refiro ao choro, às pessoas a quem não se pode dizer nada, porque choram. Quando falo de sensibilidade, me refiro à capacidade de encontrar beleza em lugares não tão comuns, de emocionar-se com pequenas coisas, de ir além do papel ou da imagem, dos sons, de encontrar feiura, também. Não tinha sensibilidade Raúl quando dizia “Sou um deus em minha cidade e meu vale, não porque me adoram, mas pelo que faço”? Não mostra sensibilidade Cerati quando fala da chuva derramada? Não se percebe a sensibilidade do diretor de Medianeras quando a protagonista imagina que o manequim é um homem? Não tinha sensibilidade García Márquez quando falava de um senhor muito velho com asas muito grandes?

É foda levar a vida quando você se detém nas pequenas coisas, quando se deixa levar pelas notas de um violão, quando chora lendo um livro, quando um filme te deixa inquieta, quando você pode passar horas olhando para um quadro. Mas prefiro viver assim, encher-me de momentos significativos, ainda que não sejam muitos, pendurar nas paredes da minha casa quadros que transcendam a imagem, colecionar pequenos mimos, e carregar muito, muito peso, a passar por este mundo como se estivesse congelada, embrulhada em plástico, pronta para ser vendida.

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5 comentarios:

  1. Cuando algo como esto hace que mi corazón se desboque, soy Palpitaciones.
    Por cierto me encantó "Medianeras".

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  2. A veces me pasa y siento que no es normal, sensibilidad ante cosas pequeñas,emocionarse con cosas que muy probablemente para la gente a tu alrededor será insignificante y fuera de sentido que bueno saber que hay más personas así, buena lectura :)

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  3. Si eres sensible al arte seguro lo eres con la vida, me gusta como escribes precisamente por esa sensibilidad a esas pequeñas grandes cosas que siempre destacas en tus escritos.

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