viernes, 18 de mayo de 2012

Mi vida no es una película

[Si estás escuchando música alegre es mejor que no leas este post]

Mi vida no es una película porque me considere especial, en algún momento lo creí, pero ahora creo, como dice Bukowski que "Nuestras vidas (la de todos) no son tan diferentes, aunque nos gustaría pensar lo contrario". Tampoco es una película porque en las películas solo cuentan las partes interesantes, y la vida tiene partes interesantes y aburridas también, además en las películas hay un final, y en la vida hay muchos finales y comienzos y luego un gran fin. Mi vida es una película porque es como si cada escena, cada cierto tiempo, estuviera acompañado de un ritmo, de una melodía, de una letra.

Hay días como hoy, que tengo las hormonas alteradas y un montón de sentimientos juntos en que esa música de fondo se vuelve lenta, suave y melancólica, y me dan ganas de un abrazo, de hablar con alguien, de sentirme acompañada, de tomarme una botella de vino y de ver el amanecer, sentir que el mundo sigue girando y que yo estoy al lado del camino, como diría Fito, que estoy al lado del camino escuchando un piano acongojado, de pronto una canción de Cat Power.

Hay otros días, en que la felicidad está circundando, porque brota de mi, de mis amigos, se siente en el ambiente. Esos días, la música es más rápida, los acordes son mayores, la voz interpreta muchas más notas en intervalos más pequeños. Días en que me dan ganas de bailar, cantar o simplemente escuchar.

También hay días, y esto tampoco se parece a las películas, en que no quiero escuchar música triste aunque esté triste, porque la música es tan genial, que te puede tirar a un abismo aún estando en tu cuarto. Ahora escuchaba una canción de Robi llamada 'El tiempo va' que me pasó mi amiga Helen, y fue inevitable pensar en lo rápido que se pasa la vida, y me dio miedo pensar en que ya no volverá el tiempo, como dice él, y eso sumado a la melancolía que siento hoy me hizo sentarme aquí a escribir esto que lees.

Curiosamente, algunas veces cuando estoy triste me cae bien escuchar música alegre para cambiar de ánimo, pero casi siempre cuando escucho música triste, aunque esté feliz, inevitablemente siento que al menos una partecita de mí se inunda de tristeza. Supongo que es porque los momentos difíciles que producen sentimientos como la nostalgia y el dolor, son más duros de arrancar de la memoria y esto asociado a la música, nos lleva a que las canciones tristes nos entristezcan, porque nos hacen recordar esos sentimientos, como si el corazón, la piel, los labios, las manos, los poros, el oído, tuvieran memoria.

Mi vida no es un película, pero sí podría sacar una lista de todas las canciones que han hecho eco en mí, y mostrarlas al final, cuando me toque pasar los créditos.

1 comentario:

  1. "como si el corazón, la piel, los labios, las manos, los poros, el oído, tuvieran memoria"... No es como si tuvieran memoria, en realidad tienen memoria, neni.

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