miércoles, 5 de marzo de 2014

Como se siente tener sobrepeso // Como é ter sobrepeso

[Versão em português embaixo]

Estoy en un café comiéndome una torta de chocolate. Cada pedacito me sabe a gloria y lo disfruto como si dijeran que mañana el cacao va a acabarse en todo el país. Siento un poco de remordimiento de conciencia. Pero, a la vez me siento feliz. Cuando estaba en el colegio, en el último año, recuerdo que el profesor de química, una vez que salimos al patio-salón me dijo, en una charla informal: “Eres la más gordita del curso”. No recuerdo, de donde salió el comentario, y si tenía que ver o no con lo que estábamos hablando, pero fue algo que se quedó ahí y me hizo más insegura de lo que era. Mis amigas del colegio eran mucho más flacas que yo, más flacas y más bajitas. Una vez estando en la casa de una de ellas, la mamá se acercó y me preguntó: Cristy, ¿Cuál es tu talla de jeans?.Yo respondí: "12" y me dijo: “Ay, esa es mi talla también”. Imagínense lo bien que me sentí. Una señora de 40 y tantos años, con dos hijas, me decía que su talla era igual a la mía, y yo tenía 15. Multipliquen esas 2 historias por mil. El resultado es mas o menos la suma de comentarios que me he tenido que soportar desde que me acuerdo.

Tara Lynn
Toda mi vida he estado preocupada con mi peso. Bueno, no siempre, hay períodos donde me ha importado un pepino. Pero, la mayoría del tiempo, sí, porque es horrible llegar a una tienda, pedir cierta talla de jeans, y que no te entren. Ver que la gente va sin complejos a la playa, viste sus vestidos de baño y la pasan bien. Oír a algunos decir: “Ella tiene un pelo espectacular”, y ahí se quedan. Ver a la divas de la TV con cinturas de avispa. Recibir consejos tipo: “Baja unos kilos y todos los hombres caerán a tus pies”. Ser foco de los repartidores de papelitos con propaganda de Herbalife. Percibir que las vendedoras de ropa no te quieren hacer sentir mal con tus gorditos, pero terminan logrando lo contario. Y otras tantas cosas.

Estos últimos años han estado lleno de varios cambios. Uno de ellos relacionado con mi peso. Los primeros 6 meses en Brasil subí 10 kilos, cuando trabajaba en una ONG, en donde comía más pan que frutas, carnes y ensaladas. Pero, también en Brasil perdí otros, en estos casi dos años estudiando he bajado 13. Y todo este tiempo me ha hecho pensar sobre el tema,  porque he estado autoalimentándome. Si pudiera hablar con la niña de 15 años, que compraba jeans talla 12, le diría que la belleza está por dentro y es algo que reflejamos. Que hay gente estúpida que va por la vida hiriéndonos, tal vez sin querer, pero que no hay que prestarles atención, porque las personas no valen por lo que pesan. En absoluto.

La neurocientífica Sandra Aamodt apunta en su charla para TED (que recomiendo) que en los Estados Unidos el 80 % de las niñas de 10 años ya ha estado a dieta, y que esa generación ha aprendido a medir su valor en una escala equivocada. Estoy de acuerdo. Una buena conversación, combinada con inteligencia, humildad y carisma, son mucho más valiosas que varios cuerpos perfectos. Esto es lo que yo pienso de un hombre, por ejemplo, ¡Ah! y que tenga un buen perfume.

Cuando era adolescente, nadie alguna vez me dijo (o yo no recuerdo) que una persona encantadora y grande de espíritu nace desde adentro, y que lo que es por fuera, es un reflejo de cómo se siente. Respecto a esto la ganadora del Oscar Lupita Nyong'o, en un discurso dado en la séptima entrega anual de “Black Woman Hollywood" apunta: "Finalmente entendí que la belleza no es algo que se pueda adquirir o consumir, es algo que simplemente tiene que ser". Inspirador, ¿no?. Tampoco nadie me dijo, que hay que cuidarse desde todos los puntos de vista, entre esas cosas aprender a comer, porque de eso depende nuestra salud. Entender que nuestro cuerpo es algo sagrado y que es lo único que tenemos. Esto quiere decir, amarnos tal y como somos, querer cada pedacito de nuestra piel, cuidar nuestro pelo, nuestras manos, nuestras uñas, nuestra cara, nuestros órganos: el corazón, los pulmones, el estómago, el hígado, nuestras venas, nuestros ovarios, nuestra vagina. Cuidar cosas no tan tangibles como nuestro nombre, nuestros sentimientos, nuestros sueños, raza, raíces, hobbies, nuestra identidad, nuestra integridad. Cuidarnos como un todo. Si no nos cuidamos por nosotros mismos, no va a llegar nadie a decirnos que lo hagamos. 

Sé que hay muchas personas que sufren todos los días la crítica de gente desconsiderada que no tiene una mejor cosa que decir. ¿Qué te ha pasado a ti? ¿Tienes alguna queja? ¿Quieres compartirla?

Únete a la página en Facebook de El Blog de Matina para recibir noticias de nuevas entradas haciendo clic AQUI

//

Como é ter sobrepeso
Tradução de: Thiago Bueno

Estou em um café comendo uma torta de chocolate. Cada pedacinho tem gosto de glória, e o saboreio como se dissessem que amanhã o cacau vai acabar em todo o país. Sinto um pouco de peso na consciência. Mas, ao mesmo tempo, me sinto feliz. Quando estava no colégio, no último ano, lembro que um professor de química, uma vez que saímos para o pátio, me disse, numa conversa informal: "Você é a mais gordinha do curso". Não lembro de onde saiu o comentário, e se tinha a ver com o que estávamos falando, mas foi uma coisa que ficou, e me deixou mais insegura do que já era. Minhas amigas do colégio eram muito mais magras que eu, mais magras e mais baixinhas. Uma vez, na casa de uma delas, a sua mãe veio e me perguntou: "Cristy, qual seu tamanho de jeans?" Eu respondi: "12", e ela me disse: "Ah, é o meu tamanho também!". Imaginem como me senti bem. Uma senhora de 40 e tantos anos, com duas filhas, me dizia que seu tamanho era igual ao meu, e eu tinha 15 anos. Multipliquem essas duas histórias por mil. O resultado é mais ou menos a soma dos comentários que tive de suportar desde que me lembro.

Passei a vida toda preocupada com meu peso. Bom, nem sempre, há períodos em que não estou nem aí. Mas a maior parte do tempo, sim, porque é horrível chegar numa loja, pedir um determinado tamanho de jeans, e não servir. Ouvir alguém dizer: "Ela tem um cabelo espetacular", e ficar só nisso. Ver as divas da TV com cintura de vespa. Receber conselhos do tipo: "Emagreça uns quilinhos e todos os homens vão cair aos seus pés". Ser foco dos entregadores de folhetos de propaganda da Herbalife. Perceber que as vendedoras de roupa não querem que se sinta mal com suas gordurinhas, mas acabam fazendo o contrário. E outras tantas coisas.

Esses últimos anos têm sido cheios de mudanças. Uma delas relacionada com meu peso. Nos primeiros 6 meses no Brasil, ganhei 10 quilos, quando trabalhava em uma ONG, onde comia mais pão que frutas, carnes e saladas. Mas também no Brasil perdi outros, e nestes quase dois anos estudando, perdi 13. E todo esse tempo me fez pensar sobre o tema, porque tenho me autoalimentado. Se pudesse falar com a moça de 15 anos que comprava jeans tamanho 12, diria que a beleza está por dentro, e que é algo que refletimos. Que existe gente estúpida que passa a vida nos magoando, talvez sem querer, mas que não se deve prestar atenção nelas, porque as pessoas não valem pelo que pesam. Em absoluto.

A neurocientista Sandra Aamodt assinala, na sua palestra para a TED (que recomendo), que, nos Estados Unidos, 80% das meninas de 10 anos já fizeram dieta, e que essa geração aprendeu a medir o seu valor por uma escala equivocada. Eu concordo. Uma boa conversa, combinada com inteligência, humildade e carisma, são muito mais valiosos que corpos perfeitos. É o que eu penso de um homem, por exemplo, ah!, e que tenha um bom perfume.

Quando era adolescente, ninguém me disse (ou não me lembro) que uma pessoa encantadora e grande de alma nasce de dentro pra fora, e que o que ela é por fora é um reflexo de como se sente. Sobre isso, a ganhadora do Oscar Lupita Nyong'o, em um discurso dado na sétima entrega anual do "Black Woman Hollywood", aponta: "Finalmente entendi que a beleza não é algo que se possa adquirir ou consumir, é uma coisa que simplesmente tem que ser". Inspirador, não? Ninguém me disse também que é preciso cuidar-se de todos os pontos de vista, entre os quais aprender a comer, porque disso depende nossa saúde. Entender que nosso corpo é algo sagrado e que é o único que temos. Isso quer dizer amar-nos tal qual somos, gostar de cada pedacinho de nossa pele, cuidar do nosso cabelo, das nossas mãos, unhas, nosso rosto, nossos órgãos: o coração, os pulmões, o estômago, o fígado, nossas veias, nossos ovários, nossa vagina. Cuidar de coisas intangíveis como nosso nome, nossos sentimentos, nossos sonhos, raça, raízes, hobbies, nossa integridade. Cuidar de nós como um todo. Se não nos cuidarmos nós mesmos, não vai chegar ninguém para dizer que temos que fazer isso.

Sei que há muita gente que sofre todos os dias críticas de pessoas sem consideração, que não têm nada melhor para dizer. O que já aconteceu com você? Tem alguma reclamação? Quer compartilhá-la?

Únete a la página en Facebook de El Blog de Matina para recibir noticias de nuevas entradas haciendo clic AQUI

8 comentarios:

  1. Muy buen articulo. A mi me ha pasado algo así. Siempre se trata de minimizar el efecto que tiene... depende de quien sea la persona, pero aun así pesa, ya que después vuelven esos recuerdos que se juntan con otras experiencias. En mi caso, no es exactamente de peso, porque siempre he sido muy delgada (demasiado para lo que se considera saludable), mis hermanos me decían mosquito-jaguar-de notre dame, cada uno de esos hacía relación a algo que podía describirme: Mosquito - Mis ojos son un poco grandes. Jaguar - Pudo ser mi carácter. De notre dame - el jorobado(el cual ganaba, mayormente, por mi insistencia en hacer caso omiso a no caminar derecha). Y no era exactamente así, y no le preste atención por un tiempo, pero todo eso, mezclado a otro tipo de situaciones, me hicieron una persona muy insegura, y odiaba incluso tener que caminar sola, era como si no supiera como moverme. Tal vez, persistía, porque era consciente de que a pesar de todo, no lo hacia por mi, si no por la opinión de los demás. Tampoco critico el cambio, porque muchas veces es algo bueno y necesario. Pero pensaba que nunca lograría acomodarme al concepto de belleza que era aceptado por muchos de mis compañeros en ese entonces. Todo eso... llegaba a mezclarse a la pregunta "¿Por qué ningún chico se interesa en mi?" No era exactamente porque buscara un novio, si no por ese tema, la inseguridad. ¿Debía ir a todas las fiestas que se presentaran, bailar música que no me agradara, para encajar perfectamente en ese concepto? También pienso que lo importante no es ese tipo de belleza... Si no algo mucho mas profundo e invisible para los ojos, lo que me ha llevado a cuestionarme: ¿Lo haré en defensa propia?
    Tal vez sea una forma de verme en los demás, algo para mi propio consuelo, aunque suene muy correcto. Pero tampoco hago caso a eso.
    No ha pasado mucho tiempo desde todo esto. Mas bien, podría decir que solo le prestaba atención de a ratos, pero esos ratos era lo suficientemente fuertes para bajar por completo mi autoestima, y después olvidar todo de nuevo por arte de magia encerrándome en otra cosa.
    Perdón que haya sido tan largo.
    Me encanta tu blog, recién me uno, y he pasado a leer todo lo que el tiempo me permite, gracias por tu trabajo.
    ¡Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por contarme tus histórias, anónimo. Me encanta que te encante el blog!! =) Besos y abrazos!!

      Eliminar
  2. Es que ser mujer es muy violento, cómo nos enseñan tal y cual cosa desde pequeñas, cómo nos tratan mal por h o por b en el colegio, las estrías, los rollitos, el cabello, todo. A cualquier hombre le puede parecer una tontería, pero justamente es una tontería para ellos por que no se los califica de tal manera todo el tiempo. A la mujer se le enseña desde pequeña que el rosa, los príncipes, las panzas chatas y la bijouterí es algo importante. Y así va a serlo por toda su puta vida.
    Yo he sufrido muchas cosas así de pequeñay conozcomil y un personas que (como yo) lo siguen padeciendo de grandes...
    Pero obviamente, como dijiste vos, resumidamente, lo esencial es invisible a los ojos.
    Mirá, te cuento algo; tengo una amiga que es "súper preciosa" (rubia de ojos claros, flaca, etc) y la verdad, es que ya le parecen todas palabras baratas; qué linda que sos, qué muñeca, qué belleza. NADIE le dice nada de cómo es por dentro.
    En fin, casos hay muchos, y todos diferentes e iguales a la vez..
    Hablando de lo de TED, tienen muchos oradores interesantes ahí, ví un par de videos que dejan muchas enseñanzas :)
    besos :)

    ResponderEliminar
  3. Nele B, te he visto varias veces por aquí! Yeees! =) Tienes toda la razón, lo esencial es invisible a los ojos. Besos!!

    ResponderEliminar
  4. Yo soy un hombre delgado y en ocasiones he sufrido por eso ¿y qué hago si no puedo subir de peso?. Sí, ejercicio y tal y tal. El momento de quitarse la ropa y entrar en la faena es crucial. Es pensar "hasta aquí llegó todo". Lo curioso es que la mujer está pensando lo mismo, estoy pasada unos kilos "hasta aquí llegó todo". Al final eso no afecta la relación, por lo menos en mi caso no estoy obsesionado con los maniquíes. De acuerdo, eres lo que eres y si te sientes bien está bien. Al que no le guste que siga de largo.

    ResponderEliminar
  5. Me encantó tu relato. Es perturbadoramente verdadero. Lo leí con ojos vidriosos, labios secos y un nudo en el pecho. Con un dolor equivocado, porque me reflejo en cada una de tus palabras y en cada otra que leí de las personas que contaron sus experiencias aquí, pero no es correcto sentir una angustia por algo que no debería angustiarnos. La sociedad, o la mayoria de las ¨personas´ que pertenecen a ella, se han tomado la atribución de teledirigir nuestros valores y emociones, sin reparo del desperdicio de lágrimas y tiempo de vida que esto origina. Porque mientras nos lamentamos por lo que no somos, olvidamos lamentarnos por lo verdaderamente importante, y es que en el mientras tanto, no vivimos.
    Por eso, y por que valemos más aún, no hay que ser infeliz por lo que no se es, hay que ser inmensamente feliz y orgulloso por lo que somos, por nuestra diferencia, porque eso, nos hace únicos. Y si realmente, quieres cambiar algo en tí, azlo! y no repares en la conformidad del resto, azlo por tí, y porque eso te haga sentir pleno para contigo mismo.

    ResponderEliminar
  6. Creo que es cuestión de qué tan fuerte es tu personalidad. Tengo una prima que es divina y tiene sobrepeso, y me gustó que cuando todos en la familia empezaron a burlarse de su peso o a aconsejarle cómo hacer dietas como hacer ejercicios etc, ella los mandó al carajo y les dijo que se sentía hermosa siendo gorda. Siempre se ha mantenido así, incluso después de un accidente que tuvo en el que quedó muy delgada, volvió a subir de peso rápidamente porque no se sentía cómoda con su cuerpo. Quisiera saber de dónde saca tanta fortaleza y determinación, para ir en contra de la corriente sin complejos, ojalá que todas las mujeres fueran así y que se dieran cuenta que siempre se verán hermosas independientemente de las curvas que tengan o no

    ResponderEliminar
  7. Me gusto mucho lo que escribiste, tienes una nueva seguidora :)

    ResponderEliminar