¿Alguien que quiera patrocinarme? // Alguém que queira me patrocinar?

[Versão em português embaixo]

Varios de mis viajes han fracasado. A veces por plata, a veces por tiempo, a veces las dos cosas juntas. El año pasado tenía pensado irme a la India durante tres meses a hacer una pequeña investigación, pero la universidad donde estudio recusó mi pedido de tiempo. Supongo que después, cuando termine la maestría, podré hacerlo. Entonces, vienen la preguntas que los realistas harían. ¿De dónde vas a sacar el dinero para los tiquetes? ¿Cómo te vas a sostener? ¿Qué va a pasar después que vuelvas? ¿India no es el país donde violan a las mujeres y matan a las niñas al nacer? ¿Tu no eres diseñadora? ¿Dónde vas a dejar tu carrera? ¿Encontrarás trabajo después? Y todas las cosas que se puedan imaginar.

Buenos Aires - Rio de Janeiro - Punta del Este - La Habana

Me gusta viajar. Conozco varias ciudades de América Latina, aunque me desespero un poco en los aviones cuando el tiempo de vuelo es muy largo. Lo que menos me gusta de los viajes es el viaje en sí, cuando es por aire. Las turbulencias me ponen muy nerviosa, me imagino el avión cayendo sin una ala. Un poco trágico. Pero, todo eso vale la pena porque me encanta llegar al lugar y ver con mis propios ojos eso que me imaginé, lo que me han contado y vi por internet. Me gusta que los lugares me sorprendan. Generalmente, me han sorprendido para bien. Me gusta ver a los lugareños, aunque suene cliché. Me gusta saber que hay gente que ha vivido su día a día en un lugar que para mí es totalmente nuevo. Eso me hace ver, y esto va a sonar un poco egocéntrico, que el mundo no gira a mi alrededor. Me gusta ver que la gente buena existe y que la hospitalidad es algo más común de los que pensamos. 

¿Sabes esos días en que algo te inspira para irte detrás de tus sueños? Ayer vi un video en TED que me dejó pensando. La chica que hablaba, Aniko, era una argentina de 28 años que un bello día decidió irse de viaje por América Latina, le escribió a una revista ofreciéndole sus crónicas, la revista dijo que sí, y se marchó. Así empezó un viaje que demoró un año. Luego, una agencia de viajes le pidió que abriera un blog (Viajando por ahí es su nombre) y le patrocinó un recorrido por Asia. El año pasado lanzó un libro. Tiene mil historias que contar. Está haciendo lo que más le gusta. Conociendo culturas de todo el mundo. Aprendiendo otras lenguas. Está reuniendo historias que contarle a sus nietos. Les cerró la boca a los que no creían en ella.

Yo ahora estoy de viaje. Vivo en Belo Horizonte hace un año y medio. He conocido varias partes de Brasil estando aquí, porque pienso que viajar no es solamente ir a Europa y recorrer algunos países en un mes. Viajar es viajar. Estando donde sea. Yendo a cualquier lugar, sea el pueblito más pueblito de todos los pueblitos. Sin embargo, sueño con viajar más, aprovechar mi fuerza, mi soltería y mi juventud para recorrer otras partes del mundo. Casualmente uno de mis sueños es ir a Asia, quiero conocer Nepal, China, Japón, Filipinas, India, claro. Luego irme a África y conocer Egipto, Marruecos, Túnez, bajar a Nigeria, pasar por Angola, ir a Mozambique y terminar en Sudáfrica. Ir a visitar a mis amigos extranjeros que conocí aquí en Brasil. También sueño con ir a Europa y a Estados Unidos, y por fin ver con mis propios ojos lo que he leído, me han contado y he visto en las películas. ¿ALGUIEN QUE QUIERA PATROCINARME? 

Pienso que la felicidad no es el tesoro que encuentras después del arcoíris, sino el conjunto de buenos momentos que te pasan a lo largo de tu vida. Los planes a largo plazo son necesarios, es claro, pero a veces te quedas mucho tiempo planeando el futuro y no vives el presente. Como dice Lennon: “La vida es lo que te pasa mientras estás ocupado haciendo otros planes”. Aunque también hay otros días en que te quedas en el presente y se te olvida que el tiempo pasa y te vas volviendo viejo. ¿Qué hacer si no tienes garantías de nada?

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Alguém que queira me patrocinar?

Tradução de Thiago Bueno

Várias de minhas viagens fracassaram. Às vezes por causa de dinheiro, às vezes tempo, às vezes as duas coisas juntas. Ano passado tinha planejado passar três meses na Índia e fazer uma pequena pesquisa, mas a universidade onde estudo recusou meu pedido de tempo. Suponho que depois, quando terminar o mestrado, vou poder ir. Então vêm as perguntas que os realistas fariam. De você onde vai tirar o dinheiro das passagens? Como vai se sustentar? Que vai acontecer depois que você voltar? A Índia não é o país onde estupram as mulheres e matam as meninas ao nascer? Você não é desenhista? Como fica a sua carreira? Você vai conseguir trabalho depois? E tudo que possam imaginar.

Gosto de viajar. Conheço várias cidades da América Latina, apesar de me desesperar um pouco nos aviões quando o tempo de voo é muito longo. O que menos gosto nas viagens é o deslocamento em si, quando é por via aérea. As turbulências me deixam muito nervosa, imagino o avião caindo sem uma das asas. Um pouco trágico. Mas tudo isso vale a pena porque adoro chegar ao destino e ver com meus próprios olhos aquilo que imaginei, que me contaram e que vi pela internet. Gosto que os lugares me surpreendam. Geralmente, surpreendem-me positivamente. Gosto de ver os habitantes locais, embora pareça cliché. Gosto de saber que existem pessoas que viveram seu dia a dia nesse lugar que para mim é totalmente novo. Isso me faz ver – e isto vai soar um pouco egocêntrico – que o mundo não gira ao meu redor. Gosto de ver que existe gente boa e que a hospitalidade é algo mais comum do que pensamos.

Sabe aqueles dias em que alguma coisa o inspira a ir atrás de seus sonhos? Ontem vi um vídeo no TED que me fez pensar. A moça que falava, Aniko, era uma argentina de 28 anos que um belo dia decidiu sair de viagem pela América Latina, escreveu a uma revista oferecendo suas crônicas, a revista aceitou, e ela foi. Assim começou uma viagem que durou um ano. Logo depois, uma agência de viagens pediu que ela abrisse um blog (“Viajando por ahí” é o nome) e patrocinou uma viagem pela Ásia. No ano passado, lançou um livro. Tem mil histórias para contar. Está fazendo o que mais gosta. Conhecendo culturas do mundo inteiro. Aprendendo outras línguas. Está reunindo histórias para contar para os netos. Calou a boca de quem não acreditava nela.

E agora estou em viagem. Moro em Belo Horizonte há um ano e meio. Conheci várias partes do Brasil estando aqui, porque acho que viajar não é apenas ir à Europa e percorrer alguns países em um mês. Viajar é viajar. Estando onde for. Indo a qualquer lugar, seja a cidadezinha mais interiorana de todas as cidadezinhas do interior. Porém, sonho em viajar mais, aproveitar meu vigor, minha solteirice e minha juventude para percorrer outras partes do mundo. Casualmente, um dos meus sonhos é ir à Ásia, quero conhecer o Nepal, a China, o Japão, as Filipinas, e a Índia, claro. Depois ir para a África e conhecer o Egito, o Marrocos, a Tunísia, descer para a Nigéria, passar por Angola, ir a Moçambique e terminar na África do Sul. Ir visitar meus amigos estrangeiros que conheci aqui no Brasil. Também sonho em ir à Europa e aos Estados Unidos, e finalmente ver com meus próprios olhos o que li, que me contaram e que vi nos filmes. ALGUÉM QUE QUEIRA ME PATROCINAR?

Acredito que a felicidade não é o tesouro que você encontra debaixo do arco-íris, mas sim o conjunto de bons momentos que experimentamos ao longo da vida. Os planos de longo prazo são necessários, é claro, mas às vezes passamos muito tempo planejando o futuro e não vivemos o presente. Como diz Lennon: “A vida é o que lhe acontece enquanto você está ocupando fazendo planos”. Apesar de que também há dias em que vivemos no presente e esquecemos que o tempo passa e vamos ficando velhos. Que fazer se não temos garantia de nada?

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